CGT

Desde CGT hemos insistido desde el primer día de la pandemia sobre una máxima: el  teletrabajo es la medida sanitaria que más y mejor protege a todo el mundo. Una medida que
debería quedarse o, cuando menos, debería de aplicarse durante el mayor tiempo posible.

Sin embargo, el fin del estado de alarma está cerca. Concretamente el día 9 de mayo puede  darse por finalizado. Si no hay ninguna ley que obligue a las empresas a mantener el teletrabajo,
dependerá de éstas única y exclusivamente el que tengan que mantenerlo, siempre y cuando se  cuente con la voluntariedad de los trabajadores y trabajadoras. La ley indica que el teletrabajo
por COVID se podrá mantener hasta tres meses después del fin del estado de alarma. Esto  viene a ser en torno al 9 de agosto. Después de esa fecha las normas cambian, y se podrá
hacer teletrabajo, pero en otras condiciones, pero desde CGT haremos todo lo posible para  que se mantenga después de esa fecha.

Por otra parte, algo a lo que sí obliga la ley es que  las empresas abonen los gastos generados a los trabajadores y a las trabajadoras durante el teletrabajo. Una  vez más, la actitud de la empresa está siendo vergonzosa. Ofrecen poco más de 13 euros. Esto es en lo que la  empresa estima el gasto de calefacción, aire acondicionado, internet, electricidad, agua o mobiliario en nuestras casas, más algunos gastos como devaluación de  los equipos propios de las personas que han tenido que  poner su ordenador o su teléfono móvil. Ah… Se nos  olvidaba. Y Unísono plantea pagarlo únicamente desde  el pasado mes de octubre, y no desde que la gente comenzó a teletrabajar.

Esta actitud de la empresa nos muestra una pista importante. Parece que no han aprendido  nada de la pandemia. Nos tememos que, en cuanto tengan ocasión, volverán a llamar a la gente
para que trabaje presencialmente en los centros. O dicho de otro modo, si el teletrabajo les cuesta  un solo euro lo eliminarán de raíz