LA NO SUBIDA SALARIAL: UNA VERGUENZA
Con una subida acumulada del IPC en los últimos seis años del 12%, precisamente lo que lleva en vigor el actual convenio del sector, y después de tres años (2020, 2021 y 2022) con congelación salarial, es decir 0 euros de subida, los trabajadores y trabajadoras de telemarketing acumulamos ya una importante merma de nuestra ya de por sí fragilísima economía.
Pero a la patronal se la trae al fresco y a los sindicatos mayoritarios en la mesa de negociación a nivel estatal, CCOO y UGT, otro tanto de lo mismo.
Quizá se trate de una amarga reflexión pero no por ello debemos resignarnos a sufrir los caprichos de una patronal rastrera y cicatera y unos sindicatos mayoritarios conformistas que miran para otro lado. Y a todo ello se le une la negativa a abonar los gastos generados por el teletrabajo, como así debe hacerse según el Real Decreto que lo regula.
La conclusión no tiene vuelta de hoja; mientras el coste de la vida se va incrementando año tras año, repetimos un 12% en los últimos seis, contemplamos con angustia y estupor como cada día sufrimos más para rellenar nuestra cesta de la compra, pagar nuestras viviendas e hipotecas, sufragar los gastos de luz, agua, gas o combustible, entre muchos otros gastos.
Nuestro poder adquisitivo se va mermando a pasos agigantados y la patronal del sector en las reuniones de Convenio reitera sin ruborizarse lo más mínimo su vergonzante actitud de ofrecer un 0% de subida, sí habéis leído bien, para los años 2020 y 2021. Eso sí, los contratos mercantiles con sus empresas-cliente regularizan sus precios año tras
año, al menos con la mencionada subida del IPC.
Este año tampoco por desgracia esperamos avances. Y muestra de ello es la cerrazón de la patronal de abonar los gastos que ocasiona el teletrabajo y el bloqueo de la negociación del Convenio, que ya se extiende a más de dos años, con reuniones vacías de contenido y estériles.
A esta vergonzosa patronal –con el favor de sus sindicatos cómplices, CCOO y UGT– nuestras necesidades no les importan lo más mínimo. No vaya a ser que repercutan en el recorte de sus abusivos beneficios a nuestra costa.
Solo queda un camino, la lucha y la movilización. Debemos voltear esta situación. Debemos dignificar nuestra profesión. Debemos decirles alto y claro que ¡¡BASTA YA!! de recortes de derechos y de asfixiarnos económicamente.
Todos y todas no lo debemos permitir. Es una VERGÜENZA.