Estimado Karim Bernoussi, CEO y cofundador de Intelcia:
Como cada año desde hace poco más de un año –que fue cuando Intelcia llegó a nuestras vidas–, le hacemos entrega de nuestro presente navideño. Un presente que, como habrá usted adivinado, demuestra nuestra predilección por los regalos incómodos, en especial aquellos que hacen pensar por un momento al destinatario.
Por lo demás, como usted ya tiene de todo, pensamos que no le vendrá mal añadir un poco de conciencia… de lo que ocurre día a día en su empresa.
2022 se ha caracterizado por una nueva vuelta de tuerca a la plantilla. Hemos percibido nuevos patrones de conducta por parte de responsables de la empresa que nos han preocupado: llamadas telefónicas por parte de personal no sanitario (mandos intermedios) a personas de baja médica, un sinfín de apercibimientos y amenazas de sanciones y, de forma indiscriminada, mensajes internos aludiendo al régimen sancionador hacia personas que, simplemente, estaban cumpliendo con su trabajo o disfrutando de algún derecho. Esta última cuestión, mal que nos pese, la hemos tenido que denunciar ante los juzgados.
Pensamos que toda esta basura debería ser depurada. Por eso le hemos regalado este cubo gigante. Para que se deshaga usted cuanto antes de los contratos basura, de las condiciones basura, de los procedimientos internos basura y de la propaganda basura que genera Unísono-Intelcia en su día a día.
Para que 2023 nos traiga a todos y todas una empresa y unos puestos de trabajo más saneados, amigables y fecundos.
Estimado Karim, no se conforme usted con menos.
Atentamente,